¿Publicas contenido, te esfuerzas… pero nadie compra?
Tal vez el problema no es tu producto, sino que tienes una audiencia… pero no una comunidad.
Tengo un vídeo donde te cuento:
- La diferencia real entre audiencia y comunidad (y por qué importa tanto).
- Por qué tus stories de Instagram pueden ser la clave para generar conexión real.
- Qué errores están matando tu engagement y cómo corregirlos.
- Cómo usar el storytelling estratégico para transformar seguidores silenciosos en personas que te escuchan, interactúan y te compran.
Y si eres más de leer, aquí tienes el contenido maquetado y estructurado en formato post de blog :).
si quieres aprender a estructurar tus Stories con estrategia y alma, entra al taller
Cuando tu comunicación en redes no se traduce en ventas
Publicas. Te esfuerzas. Compartes contenido de valor. Y cuando por fin lanzas tu propuesta… Silencio. Cero respuesta. Dos likes. Nadie compra o si lo hacen, son MUY pocas ventas.
Y claro, cuando pasa esto lo primero que piensas es: “¿Qué coño estoy haciendo mal?”
Pues mira, seguramente el problema no está en los productos o servicios en sí, sino que lo más probable es que tú crees que tienes una comunidad, y en verdad, tienes una audiencia. Y aunque a bote pronto puedan parecer lo mismo, amiga mía, no se parecen ni de cerca.
Una cosa es tener gente que te ve…
Y otra muy distinta es tener personas que te escuchan, confían en ti y están listas para comprarte cuando ofreces algo en forma de propuesta.
Igual no te preocupes, que un poco más abajo te voy a explicar bien bien cuál es la diferencia entre una y otra —y cómo saber cuál tienes tú ahora mismo—, pero antes déjame decirte algo:
Una marca o un emprendimiento sin comunidad no se sostiene en el tiempo.
Es decir, tú puedes tener muchos seguidores, incluso contenido con buen o muy buen alcance… Pero si esa audiencia, esos seguidores, no se convierten en una comunidad real, comprometida, interesada… No va a haber ventas.
Y sin ventas, no hay negocio que se sostenga.
Así que hoy vamos a hablar de eso: De cómo transformar esa audiencia silenciosa en una comunidad real. De la que interactúa, de la que confía y sobre todo de la que compra.
Y sí, por supuesto que vamos a hablar de Instagram, pero también de cómo crear comunidad más allá de esta red social.
Diferencia real entre audiencia y comunidad
Una audiencia es la gente que te ve. Que pasa por tus contenidos. Que quizás te sigue, te observa, incluso te admira sin tú saberlo… pero, y ojo a este PERO, es peña que no interactúa, no participa, no responde y sobre todo, no compra.
Yo les llamo seguidores fantasma, y es como si tú estuvieras en el escenario dando una charla y al otro lado hubiera un teatro lleno, pero casi nadie presta atención, no hay casi ninguna reacción. Ni aplausos. Ni risas. Ni preguntas… Nada, ¿sí?
En cambio, una comunidad es otra cosa. Una comunidad es gente que está ahí, que conecta contigo, que te habla, que te recomienda, que confía en ti y obviamente, todo esto, cuando llega el momento en el que tú les ofreces una propuesta (un curso, un programa, un servicio, un taller, un lo que sea) te compran.
Y no porque las hayas convencido de nada, sino porque las has acompañado durante meses, semanas, años, yo que sé. Al final esas personas lo que sienten es que formas parte de su camino.
Y si no te compran en ese momento, es porque realmente esa propuesta no encaja con sus necesidades, pero igualmente te apoya igual, te anima, te hace sentir que lo que ofreces importa, te acompaña en esa venta, ¿sí?
Una comunidad no solo te escucha, también te responde y te sostiene y te banca.
¿Ves la diferencia verdad? O sea, simplificando muy mucho, una audiencia puede darte likes, pero una comunidad, te da sostenibilidad. Te da impacto. Te da ventas. Y no sé tú, pero yo no vivo de egométricas sino de personas que compran mis talleres, mis masterclasses, que contratan mis servicios, ¿sí?
Puedes comprar una audiencia, pero la comunidad se construye
Tú puedes comprar una audiencia (porque comprar seguidores es tan fácil como hacer hacer publicidad y ya) pero fíjate que no puedes comprar una comunidad.
Tienes que construirla. Y desde ya que una comunidad no se construye ni con un par de posts al mes ni publicando todos los días.
Y tampoco tiene que ver con el número de seguidores. Yo he acompañado a marcas con cuentas MUY grandes en IG que no vendían nada, que apenas recibían respuesta, que a pesar de tener decenas o cientos de miles de seguidores, no llegaban a fin de mes y que gracias a esto que te voy a compartir ahora, convirtieron audiencias pasivas en comunidades activas que a día de hoy, les están haciendo ganar un pastón.


Cómo pasar de audiencia a comunidad
¿Cómo podemos pasar de tener una audiencia fría que solo mira pero ni dice ni mú, a tener una comunidad que interactúa y confía en ti, sí?
Pues mira, desde ya te digo que no se trata de magia, ni de algoritmos, ni de tener 20.000 seguidores. Se trata de vínculo. De interacción. De confianza. Y esto, por una parte se construye con una buena estrategia de contenidos, obviamente, (y ahora te la comparto) pero también se construye con constancia, con honestidad, con escucha y con una forma de comunicar que no se queda en la superficie, sino que toca y va más allá.
Porque ese es uno de los principales problemas de las redes. Que no generan red porque cada vez más la comunicación es unidireccional, tú publicas… y la gente consume. Fin de la historia.
Y sí, puede que me estés escuchando y ahora mismo estés pensando:
“Vale, Elia, sí, todo esto suena muy bonito, pero… ¿cómo carajo creo ese vínculo si siento que hablo al vacío? ¿Si nadie responde, nadie contesta, nadie dice nada?”
Pues mira, para eso existe una herramienta que, honestamente, muchas emprendedoras están desaprovechando a lo bestia. Una herramienta que, bien usada, convierte tu IG en una sala íntima, ¿sí?
Como si estuvieras tomándote un café con la otra persona, charlando sin filtros, sin postureo, sin máscaras. Es decir, una herramienta que te permite crear relación real, de tú a tú con una comunicación bidireccional Y que si sabes usarla con estrategia y con humanidad, puede marcar un antes y un después en tu forma de comunicar.
Y sí, estoy hablando de las Stories. De las Stories de Instagram, obviamente.
Stories de Instagram: una herramienta para transformar audiencia en comunidad
Las stories son ese formato que muchas marcas usan casi por inercia, sin ningún tipo de estrategia y sin realmente saber cómo funcionan y para qué sirven, y que, en realidad, son uno de los espacios más potentes que existen para transformar seguidores en personas que realmente se interesan por lo que haces y que a corto-medio plazo, te compren.
Y para que esto cale, piensa que las Stories son lo más parecido que tenemos a una conversación real y directa con tu audiencia. Son el único formato que permite interacción directa, inmediata, espontánea. Y además, tienen algo que no tienen otros formatos: que es la cercanía. Porque en las Stories te muestras tal como eres. No necesitas una gran producción, ni textos perfectos, ni frases brillantes ni el gran diseño de la vida. Solo necesitas verdad. Y una estructura que sostenga ese mensaje.
¿Se entiende esto? O sea, las Stories son el puente que transforma una audiencia pasiva… en una comunidad viva.


Errores que estás comentiendo en tus stories de Instagram y cómo solucionarlos
¿Por qué si son tan potentes las storiescno todo el mundo las aprovecha?
Pues porque, amiga mía, la mayoría de personas no saben cómo usarlas de forma estratégica para lograr este objetivo y las usan MAL o MUY MAL y les sacan poquísimo provecho, así que ahora mismito te voy a contar los errores más comunes que veo en las Stories, y cómo puedes empezar a usarlas tú de forma estratégica, humana y alineada con tu marca personal.
1. Usar las stories como un tablón de anuncios
Muchas personas solo aparecen por stories cuando tienen algo que vender o cuando quieren promocionar su contenido, y claro… si solo apareces para hablar de ti, para mostrar tu producto, para compartir tu último post… pues es normal que nadie responda. Porque lo que estás haciendo ahí no es generar vínculo, estás lanzando mensajes al aire, así a lo loco, al tuntún. Estás usando las Stories como si fueran flyers de publicidad pegados en una farola. Y así, amore, no se construye una comunidad, ¿sí?
2. Publicar contenido suelto, sin hilo conductor
Este es el segundo error que veo un montón, el de publicar contenido suelto, sin ningún tipo de hilo conductor. Un día suben una foto de su café, al siguiente una reflexión random, al siguiente un pantallazo con una promo… pero no hay historia, no hay narrativa, no hay continuidad. No hay un hilo que vaya tejiendo un relato. Y cuando no hay un relato que sostenga lo que compartes, el mensaje se diluye. La audiencia no sabe qué esperar, no entiende hacia dónde vas… y se desconecta. Así nomás.
3. No captar la atención en los primeros segundos
Y sí, aunque suene muy a marketinero esto es CLAVE. Porque si la primera story no engancha, no despierta curiosidad, no genera ni un poquito de interés… la gente pasa. Swipea. Se va. Y esto no es culpa del algoritmo, ni del horario, ni de mercurio retrógrado o si los planetas están alineados o no. Es culpa de que no estás diseñando tus stories como una secuencia que atrape y guíe. Así de simple. Lo bueno es que por suerte, amiga mía, esto se entrena. Se estructura.
Ahora te cuento como, pero primero el último error que además se cuela mucho y que es igual de dañino.
4. Hablar sin rumbo en stories
Esto es el ponerte a grabar stories sin saber qué quieres decir, sin tener claro el mensaje, sin que haya un propósito. Y aunque sea desde la cercanía y la naturalidad, si no hay una idea clara detrás… no conectas. No inspiras. No generas acción.
Entonces, ¿qué pasa cuando haces todo esto? Pues que tu audiencia se aburre. Que no entiende por qué debería seguir mirando. Que no ve valor, ni historia, ni conexión. Y si no hay conexión… si no hay vínculo, no hay comunidad, hay audiencia. sí?
Perfecto. Ahora bien, la buena noticia es que todo esto tiene solución. Y que no necesitas hacer más, sino al contrario, se trata de hacer menos, pero mejor.
Cómo empezar a usar tus stories de forma estratégica
Te voy a contar cómo puedes empezar a usar tus Stories de forma estratégica, con estructura, con intención y sin perder tu voz ni tu esencia, ¿de acuerdo?
Verás, hay un ingrediente que es clave para sacarle todo el potencial a las Stories y usarlas para que realmente conecten, generen conversación y te ayuden a construir tu comunidad. Es un elemento que, cuando lo metes en la ecuación, lo cambia todo.
Y no, no es un filtro nuevo ni una app secreta.
Es algo mucho más sencillo (y al mismo tiempo más potente): se trata de el storytelling.
Y ojo aquí porque el storytelling no es un extra bonito que le puedes añadir a tus contenidos si te sobra tiempo. No. El storytelling es lo que hace que tus stories funcionen.
Es lo que convierte una secuencia de imágenes sueltas en un mensaje con alma, con ritmo, hilando una secuencia y ese hilado es precisamente lo que hace que la persona que te ve… se quede. Y no solo se quede, sino que conecte contigo. Que te escuche. que interactúe, Que te sienta cerca. Que confíe, que te compre, sí?
Y si ahora estás pensando, “Vale, Elia, me encanta cómo lo cuentas, pero… ¿cómo lo aplico yo? ¿Por dónde empiezo?”.
Cómo aplicar storytelling a tus stories de Instagram
Pues mira, lo primero que te diría es que dejes de ver las Stories como piezas sueltas y empieces a verlas como lo que son: una secuencia. Una mini historia que tiene un inicio, un desarrollo y un cierre. Y solo con esto, solo que cambies tu mirada sobre este formato y empieces a verlo como una herramienta de conexión, te aseguro que tu contenido va a empezar a tener mucho más impacto.
Lo que tiene una historia:
- Primero captas la atención.
- Después desarrollas la idea
- Y luego cierras, dejando algo claro, generando reflexión o invitando a la acción.
Con las Stories pasa exactamente lo mismo.
No se trata de subir una foto random de tu café, luego un pantallazo de tu web y luego una encuesta con cero contexto. No, eso NO funciona porque no tiene ningún sentido. De lo que se trata es de hilarlas. De que cuenten algo. De que tengan coherencia. De que involucren a la persona en algún sentido,
Porque además es que aquí está la magia: cuando las personas sienten que están dentro de una historia, se quedan.
Y si se quedan, confían.
Y si confían, interactúan.
Y si interactúan, tarde o temprano… te compran.
Así que si ahora mismo estás pensando:
“Vale, Elia, ya lo he pillado. Pero, ¿cómo empiezo amiga?”.
Pasos básicos para estructurar una secuencia de stories con storytelling
Pues querida mía, toma nota, que aquí van los pasos básicos para estructurar una secuencia de Stories con storytelling de verdad:
- Ten claro el mensaje. Antes de darle a grabar o de ponerte a crear, piensa: ¿qué quiero contar? ¿Qué quiero que se lleve la persona que vea esto?
- Estructura. Empieza fuerte. Desarrolla con claridad. Y cierra con intención. No dejes el mensaje a la deriva.
- Involucra a tu audiencia. Usa encuestas, preguntas, deslizadores. Lo que sea que les haga sentir que forman parte de lo que estás contando.
- Muestra tu personalidad. Tu voz. Tu estilo. Tu forma de hablar. No hace falta ser perfecta, solo hace falta ser tú. Te recomiendo este episodio del podcast The Human Side, «Cómo usar. la estrategia y autenticidad en tu comunicación digital». (ENLAZAR CON COMO COMUNICAR CON AUTENTICIDAD)
- Y cierra siempre con una CTA. Una llamada a la acción, aunque sea mínima: ¿te ha pasado? ¿Qué piensas tú? ¿Te interesa saber más?
Porque al final, una comunidad no se construye sola.
Se construye con estrategia, con intención… y con historias que conecten de verdad.


Taller práctico «El arte de no dar puntada sin hilo» para crear secuencias de carruseles y stories de Instagram que emocionen, enganchen y vendan, hilando storytelling + estrategia
Si todo esto te está resonando y quieres aprender a hacer esto bien, pero bien de verdad, te invito aa que le eches un ojo a mi taller El Arte de No Dar Puntada Sin Hilo, donde te enseño paso a paso cómo estructurar tus mensajes usando storytelling estratégico para que tu contenido no solo guste, sino que ENGANCHE, INSPIRE y CONVIERTA.
Buenísimo, pues dicho esto, recapitulemos un momento, que este episodio ha dado para mucho.
5 tips para transformar tu comunicación desde ya
Como te he contado, tener una audiencia no es lo mismo que tener una comunidad.
Y tu contenido aunque puede tener buen alcance, si no hay conexión real… no va a haber ventas.
Además, las Stories —bien usadas— pueden convertirse en ese puente que transforma seguidores en personas que te escuchan, que te responden y que te compran.
Así que, por si quieres anotar los puntos clave, aquí van mis 5 tips para que empieces a transformar tu comunicación desde ya:
- Deja de publicar por publicar. Ten claro qué quieres contar, y sobre todo, por qué.
- Estructura tus Stories como una secuencia narrativa. Inicio, desarrollo, cierre. Siempre. Hay muchos más frameworks pero este sería el más básico de la vida.
- Genera conversación. Haz que tu audiencia se sienta parte de la historia.
- Muestra tu voz, tu forma de hablar, tu estilo. No se trata de hacer algo perfecto, sino de hacer algo auténtico.
- Y recuerda: sin conexión, no hay conversión. Así que primero vínculo, después venta.
Y como te digo, si con todo esto que te acabo de contar has pensado: “Elia, necesito que me enseñes a hacer esto bien de verdad”…
Mi taller El Arte de No Dar Puntada Sin Hilo, para que no solo tengas algo bonito que decir… sino que se entienda, conecte y funcione.