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Qué es la Neuroproductividad y cómo utilizar tu cerebro para ser más productiva.

la neuroproductividad es una técnica que combina la neurociencia con la productividad personal. Su objetivo es mejorar nuestro rendimiento cotidiano gracias a la comprensión del funcionamiento del cerebro.
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Sabemos que -salvo contadas excepciones- a la mayoría de personas nos cuesta un huevo concentrarnos por largos períodos de tiempo y, gracias a diversos estudios, también sabemos que la atención sostenida solo puede mantenerse durante cortos períodos de hasta 15 minutos.

De hecho, si observamos nuestro contexto veremos que vivimos en la era de las distracciones y las interrupciones constantes, lo que dificulta aún más nuestra capacidad para concentrarnos y ser productivas sacando el trabajo adelante.

Además, la inmediatez de la tecnología y la comunicación digital tampoco ayudan, así que es más que ‘normal’ que nuestra capacidad para ser productivas se haya visto mermada en los últimos años, de forma considerable.

Ah sí, y por si no fuera suficiente, están las redes sociales.
Esos agujeros negros espacio temporales que se han convertido en trampas mortales para nuestra productividad…
En fin.

Sin embargo, no todo está perdido y es que aunque parezca difícil -por no decir casi imposible- mantenernos enfocadas y ser emprendedoras de bien que sostienen sus proyectos, existen formas de «hackear» nuestro cerebro para aumentar nuestra productividad y dar lo mejor de nosotras mismas sin tener que trabajar de más.

¿Te interesa, verdad?
Pues dale, hablemos sobre neuroproductividad, que es la clave de todo esto : ) 

¿Qué es la Neuroproductividad?

Para empezar con buen pie, te cuento que la neuroproductividad es una técnica que combina la neurociencia con la productividad personal. Su objetivo es mejorar nuestro rendimiento cotidiano gracias a la comprensión del funcionamiento del cerebro.

Es decir, la neuroproductividad se basa en la comprensión del funcionamiento de nuestro cerebro, y en el uso de esa información para ser más eficientes y eficaces.
Este autoconocimiento biológico nos permite optimizar la inversión de tiempo y energía para ejecutar cualquier tarea que tengamos que realizar en nuestro día a día.

Esto, aplicado al mundo del emprendimiento y unido a la autogestión energética y la comunicación estratégica, nos posibilita generar estrategias tanto para la sostenibilidad personal en nuestro desempeño diario, como para generar contenidos con alto valor de conversión (por ejemplo), sin que haya desgaste energético de por medio.

La química de la productividad

Para conocer BIEN cómo funciona nuestro cerebro arranco explicándote que el cerebro es una ‘máquina’ compleja y poderosa que más allá de permitirnos respirar, tragar, bombear sangre, ver, escuchar o cualquier otra función vital… influye en nuestros estados de ánimo, nuestras emociones y nuestro comportamiento cotidiano.

Tan importante es el cerebro, que es el único órgano de nuestro organismo que siempre está funcionando. Día y noche, noche y día incluso lo hace en un segundo plano aunque ninguno seamos conscientes de esta actividad neuronal y de los neuroquímicos que tiene asociados.

De hecho, y en relación al tema de la productividad, la neurociencia ha descubierto que de todos los neurotransmisores que nuestro sistema nervioso crea para que el cerebro se comunique con el resto del cuerpo, son 4 los neuroquímicos que se activan cuando estamos realmente concentrados: 

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Para ver cómo afectan a nuestra productividad, vamos a profundizar un poquito en cada una de ellas, sí?
Vamos allá : ) 

1. Serotonina: el chute de confianza.

La serotonina, al igual que la dopamina, es parte de los neurotransmisores que a menudo llamamos «hormonas de la felicidad».
Nos ayuda a mantener un estado de ánimo estable mientras trabajamos y nos mantiene despiertas, cosa que nunca está de más, verdad?

La serotonina también está relacionada con nuestro ritmo circadiano y es la hormona que nos permite despertarnos por la mañana. En el artículo sobre este tema puedes saber más, pero a modo spoiler te cuento que una de las maneras más sencillas de regular nuestros niveles de serotonina es exponernos al sol de la mañanita, como te cuento más abajo, y una forma muy simple de aumentar los niveles de serotonina en sangre es realizando respiraciones profundas o practicando ejercicio físico.

Los masajes también ayudan, claro : )  

2. Dopamina: La sensación de recompensa y la palmadita en la espalda

La dopamina es un poco más complicada que su amiga la serotonina. 

Es uno de los neurotransmisores que tiene el papel más importante en el sistema de recompensa. Básicamente este sistema le dice a nuestro cerebro si algo es bueno y  debería repetirlo o, por el contrario, evitarlo a toda costa. 

Por esta razón, la dopamina tiene un efecto clave en la formación de hábitos y por eso mismo, si somos capaces de encontrar placer y/o recompensa en lo que estamos desarrollando, fisiológicamente el cuerpo responderá motivándonos gracias a un chute de dopamina en vena, sí?

En cambio, si la dopamina que segregamos es fruto de otras fuentes que no sean nuestro trabajo… nos distraerá. 

Por ejemplo, una notificación de correo electrónico es un chute de dopamina peeeeero, puede desconectarnos de nuestro trabajo y romper nuestro flujo de concentración.
Así que cuidado con lo que ‘usamos’ para motivarnos ; ) 

3. Noradrenalina: Estrés del bueno

La noradrenalina es el neurotransmisor que desencadena un estado de lucha o huida en nuestro cuerpo. Nos mantiene en alerta máxima, vamos.

Y sí, si bien el estrés crónico es obviamente perjudicial para cualquiera, también es cierto que podemos crear ‘estrés positivo’ para permanecer enfocadas y concentradas durante mayor tiempo. 

Y no solo eso, este estado de alerta puntual, también nos permite acceder con mayor facilidad a la reserva de datos que almacenamos desordenadamente en nuestra cabeza.

Por ejemplo, para las personas procrastinadoras, ponerse un deadline (fecha límite) será un estímulo que ayudará a la generación de noradrenalina, y esto se traducirá en un aumento de la eficiencia a medida que se acerque la fecha final.

Así que como ves, el ‘estrés positivo’ no está tan mal ; )

4. Acetilcolina: El creador de enfoque y memoria

La acetilcolina es el neurotransmisor más obvio cuando se ve lo que hace, pero sorprendentemente, es menos conocido que sus compañeras. 
El papel principal de la acetilcolina se desarrolla en nuestro sistema nervioso autónomo.

Este es el sistema que maneja todas las funciones básicas de nuestro organismo -como la respiración o la gestión del ritmo cardíaco- sin que tengamos que preocuparnos por ello. También está involucrado en el aprendizaje y la memoria y se ha descubierto que el daño al sistema colinérgico (la fábrica de acetilcolina) está relacionado con enfermedades degenerativas de la memoria, como el Alzheimer por ejemplo.

Esto significa, que si bien una falta de este neurotransmisor puede provocar falencias a nivel cognitivo, un aumento del mismo, puede ofrecernos una mejor función cognitiva, una mejor memoria y mayor capacidad para mantenernos concentradas y ser más productivas.

Una manera muy simple de aumentar la acetilcolina es consumir alimentos ricos en ella como puede ser hígado de res, hígado de pollo, salmón, bacalao, huevos, coliflor, brócoli, café…entre otros.

Perfecto, pues para resumir este punto -que se nos ha ido un poquito de la mano- diremos que para aumentar la productividad, es importante conocer cómo funciona nuestro cerebro y cuáles son los neuroquímicos involucrados. 

Al comprender estos cuatro neurotransmisores y cómo afectan en el desarrollo de nuestro trabajo, podemos tomar medidas para aumentar su producción y maximizar nuestro rendimiento actual, y esto es lo que ahora mismo te voy a explicar : ) 

Cómo usar la neuroproductividad de forma práctica para aumentar tu productividad de manera efectiva.

Buenísimo, pues ahora que ya sabemos un poco mejor cómo funciona nuestro cerebro a nivel neuroquímico y que tenemos esta información bien fresca, vamos a seguir acercándonos a él pero de un modo mucho más práctico, sí?

Verás, más arriba te decía que hay varias formas de ‘hackear’ nuestro cerebro para aumentar nuestra productividad y dar lo mejor de nosotras mismas sin tener que trabajar en exceso.

Pues bien, quiero que sepas que la mayoría de estos biohacks son simples, muy sencillos de implementar y completamente gratis.

¿Será por eso que la industria farmacéutica los considera ‘instrumentos del mal’? 

Ni idea, pero sea como sea, hablemos de cómo ‘hackear’ nuestro cerebro para potenciar nuestra productividad, dale.

1er hack: LA HIGIENE DEL SUEÑO.

Sí, ya sé que sabes que dormir es importante y que te gustaría dormir más y toda la pesca y también sé que -seguramente- para ti, dormir sea una ‘pérdida de tiempo’ o algo NO tan importante como trabajar.

La mayoría de la gente piensa igual. Y así nos va, regulinchi tirando a mal.

El problema más heavy relacionado con la falta de sueño (problema mayoritario en nuestra sociedad actual) es que al privar a nuestro cerebro del sueño, también lo privamos de los neuroquímicos esenciales que necesita para fomentar la productividad

En este caso nos referimos a la serotonina y la acetilcolina.

Como ya hemos dicho, unos buenos niveles de estos dos químicos nos evitan distraernos por la somnolencia que acumulamos y nos ayudan a reducir los niveles de cortisol ( la hormona del estrés ‘malo’), mejorando nuestro bienestar emocional y reduciendo la ansiedad cotidiana.

Hablando en plata: el cerebro necesita dormir para rendir al máximo. 

para saber cuánto necesitas dormir y cuáles son tus ventanas de sueño y productividad, échale un ojo al artículo sobre cronotipos, ahí lo explico detalladamente.

2º hack: LA ACTIVIDAD FÍSICA

Vale, esto también lo sabes. Y probablemente, tampoco lo haces de forma regular.
Lo de practicar ejercicio digo.
Verás, no voy a tratar de convencerte de que te muevas, sé cuán en vano sería mi esfuerzo, así que solo voy a compartir contigo los mismos argumentos racionales que me sirvieron a mí -perfecto ejemplar de mujer hipercerebraica- para pasar a la acción.


1) Hacer ejercicio ayuda a liberar dopamina, (el químico de recompensa del cerebro, recuerdas?)

2) También despeja la mente y ayuda a relajar el cerebro antes o después de un laaargo día de vida/trabajo. 

3) Además, ayuda a disminuir los niveles de cortisol (estrés malo) y nos hace sentirnos más tranquilas y relajadas. 

4) Y por último, hacer ejercicio libera endorfinas en el torrente sanguíneo, y las endorfinas son otra de las llamadas ‘hormonas de la felicidad’, que más allá de facilitarnos el soportar tareas difíciles, nos da sensación de bienestar.

3er hack: EXPOSICIÓN A LA LUZ SOLAR MATUTINA

A pesar de los intentos de los titiriteros que mueven los hilos para hacernos creer que la exposición solar es perjudicial para la salud, es imposible ocultar los múltiples beneficios que la luz del sol tiene para nuestro organismo y metabolismo.

De hecho, el tan famoso ‘sungazing’ de hoy en día no es más que otra forma de piratear/hackear nuestro sistema nervioso y nuestra glándula pineal.

Verás, al exponernos a la luz del día (mejor si es directamente bajo la luz del sol) nuestro cerebro, y todo el sistema de glándulas y hormonas -como la serotonina- se regula de forma natural.
Un ejemplo de ello es la regulación de los ciclos y patrones de sueño. Y es que gracias a la exposición solar, nuestro organismo absorbe vitamina D que más tarde, a la noche, transformará en melatonina para que podamos dormir.

Si quieres saber más sobre esto, al final del artículo te he dejado otro artículo muy interesante al respecto : ) 

A lo que vengo, es que tanto nuestro cerebro como nuestro organismo, requieren de luz solar para funcionar correcta y adecuadamente.
Y que nuestra productividad depende, en gran medida, de la secreción de serotonina que libere nuestro organismo… así que como ves, tomar el sol (sin protección, en la ventana de horas adecuada y no por más de 20’) es vital seas emprendedora, o no.

4º hack: ACOMÓDATE, ENFÓCATE Y SÉ CONSCIENTE

Para este punto, tiro de hack que aprendí en el libro Hábitos Atómicos de James Clear, en el que resaltaba la importancia de diferenciar la zona de trabajo con la de ocio con el fin de aumentar nuestra productividad.
Sin entrar en razones (puedes leer el libro, es denso pero bueno) te chivo la solución: 

Crea un ambiente que te ayude a mantenerte enfocada. 

Si bueno, este consejo es bastante común, pero es importante tenerlo en cuenta, sobre todo, porque aunque ya lo sabes, no lo estás haciendo. Así que si lo intentas -ni que sea una vez- verás que al apagar tus notificaciones por ejemplo, evitarás las distracciones, te ayudarás a mantenerte enfocada, y más consciente y presente podrás estar en lo que estés haciendo (y esto es sinónimo de productividad).

Mantener el enfoque tiene que ver con la fuerza de voluntad, y cuanto mejor sea tu entorno de trabajo, menos fuerza de voluntad tendrás que usar para mantenerte concentrada en lo que sea que estés trabajando.

Y algo parecido ocurre al practicar el mindfulness. La atención plena es la práctica de estar presente y consciente en el momento actual. Al utilizar la atención plena durante nuestras tareas, podemos mejorar nuestra capacidad de concentración, reducir la distracción y por ende, ser más productivas sin tener que invertir tiempo o esfuerzo extra.

5º hack: DESCANSA, MARI.

En esta sociedad 24/7 de productividad lineal, descansar se ha convertido en un lujo o capricho y en sinónimo de vagueza o poca ambición personal.
Y sí, aunque sabemos que esta premisa no tiene ni pies ni cabeza y es un pensamiento de locos… lo tenemos tan incorporado a nuestro software, que el piloto automático en el que nos hayamos instaladas, nos hace NO parar jamás.

Y mira, otra cosa no, pero los descansos regulares (breves pero frecuentes) son esenciales para nuestro rendimiento cognitivo y emocional. Y son la clave para renovar nuestra energía y reducir la fatiga mental.

Descansar no significa tomarse el día libre (que podría ser también eh, pero no es a lo que me refiero en este caso) sino que a menudo simplemente se traduce en alejarse del trabajo por unos momentos, ya sea dando un paseo corto, meditando, bailando, tomando un café o incluso echando una siesta corta.

Así que independientemente de la forma de descanso que elijas, lo importante es que entendamos que descansar nos ayuda a restablecer nuestro enfoque/foco y volver a entrar en flow de una forma real y sencilla.

 Beneficios de la neuroproductividad:

Bien, ahora que ya sabes en qué consiste la neuroproductividad y cómo aplicarla a tu día a día, pongamos punto final a este artículo recopilando los beneficios que nos ofrece tanto para nuestra productividad laboral como para nuestro bienestar personal.
Algunos de ellos son… 

  • Mejora de la concentración y reducción de la distracción:
    Ya has visto que al aplicar los principios de la neuroproductividad (como la atención plena y la planificación efectiva del tiempo y del espacio), podemos mejorar nuestra capacidad para concentrarnos en las tareas importantes y reducir la distracción causada por factores externos.
  • Aumento de la eficiencia y efectividad en el trabajo: 
    Como hemos estado comentando, la neuroproductividad nos permite utilizar de manera más efectiva nuestra energía mental, lo que se traduce en una mayor eficiencia y efectividad en el trabajo. Al priorizar las tareas importantes, automatizar tareas repetitivas y utilizar técnicas de organización, podemos lograr más en menos tiempo.
  • Reduce el estrés y la fatiga mental:
    También hemos dicho que al tomar descansos regulares y adoptar hábitos saludables, como hacer ejercicio y dormir lo suficiente, podemos reducir el estrés y la fatiga mental que a menudo limitan nuestra capacidad para ser productivas y eficientes.
  • Mejora la creatividad y la resolución de problemas:
    Y por último, la neuroproductividad nos ayuda a entrenar nuestro cerebro para que sea más flexible y adaptable, lo que puede mejorar nuestra capacidad para resolver problemas y ser más creativas en nuestro trabajo y en la vida en general.

Genial, pues ahora sí que sí, todo lo importante queda explicado.


A modo de resumen y como broche final, podríamos concluir este artículo diciendo que la neuroproductividad es una técnica que combina la neurociencia con la productividad personal para mejorar el rendimiento cotidiano gracias a la comprensión del funcionamiento del cerebro.
Y que hay 4 neuroquímicos (la serotonina, la dopamina, la noradrenalina y la acetilcolina) que son cruciales para el rendimiento productivo.


Además, te he presentado varios «hacks» prácticos que podemos utilizar para aumentar la productividad, como la higiene del sueño, la actividad física, la exposición a la luz solar matutina, crear un ambiente que nos ayude a mantener el enfoque y tomar descansos regulares.
Y por último, hemos visto algunos beneficios globales para nuestra productividad y bienestar, como mejorar la concentración, reducir la distracción, aumentar la eficiencia y efectividad en el trabajo y reducir la fatiga mental.

Genial, pues hasta aquí este artículo sobre neuroproductividad.
Deseo que realmente te haya servido y que te animes a aplicar estos hacks en tu día a día, estoy convencida que al toque, empezarás a ver resultados.

OTROS RECURSOS:

  • Artículo sobre Autogestión Energética
  • Artículo sobre Cronotipos y Ritmo Circadiano (estos dos aún no existen, pero están en el horno, así que suscríbete aquí si aún no lo has hecho y recíbelos recién horneados)
  • libro SUPERVIVIR, Carlos y Ricardo Stro
  • Libro HÁBITOS ATÓMICOS, James Clear

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